domingo, 28 de abril de 2013

Sindrome de Tourette

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SINDROME DE TOURETTE


El síndrome de Tourette, también llamado trastorno de Tourette, síndrome de Gilles de la Tourette, o simplemente Tourette, es un trastorno neuropsiquiátrico heredado con inicio en la infancia, caracterizado por múltiples tics físicos (motores) y vocales (fónicos). Estos tics característicamente aumentan y disminuyen; se pueden suprimir temporalmente, y son precedidos por un impulso premonitorio. El síndrome de Tourette se define como parte de un espectro de trastornos por tics, que incluye tics transitorios y crónicos.
El síndrome de Tourette se consideraba un raro y extraño síndrome, a menudo asociado con la exclamación de palabras obscenas o comentarios socialmente inapropiados y despectivos (coprolalia), pero este síntoma está sólo presente en una pequeña minoría de afectados. El síndrome de Tourette ya no es considerado una enfermedad rara, pero no siempre es correctamente diagnosticado porque la mayoría de los casos son leves y la severidad de los tics disminuyen en la mayoría de los niños a su paso por la adolescencia. Entre 0,4% y el 3,8% de los niños de 5 a 18 años pueden tener el síndrome de Tourette; la prevalencia de tics transitorios y crónicos en niños en edad escolar es alta, y los tics más comunes son parpadeo de ojos, toser, carraspear, olfatear y movimientos faciales. Un Tourette grave en la edad adulta es una rareza, y el síndrome de Tourette no afecta negativamente a la inteligencia o la esperanza de vida.
Por lo general, los síntomas del síndrome de Tourette se manifiestan en el individuo antes de los 18 años de edad. Puede afectar a personas de cualquier grupo étnico y de cualquier sexo, aunque los varones lo sufren unas 3 ó 4 veces más que las mujeres.
El curso natural de la enfermedad varía entre pacientes. A pesar de que los síntomas oscilan entre leves hasta muy severos, en la mayoría de los casos son moderados.


CAUSAS

Aunque la causa del síndrome de Tourette es desconocida, las investigaciones actuales revelan la existencia de anormalidades en ciertas regiones del cerebro (incluyendo los ganglios basales, los lóbulos frontales y la corteza cerebral), los circuitos que hacen interconexión entre esas regiones y los neurotransmisores (dopamina, serotonina y norepinefrina) que llevan a cabo la comunicación entre las células nerviosas. Dada la presentación frecuentemente compleja del síndrome de Tourette, la causa del trastorno seguramente es igualmente compleja.


TRASTORNOS ASOCIADOS

Existe una estrecha relación entre los trastornos por tics (TTs) y el síndrome de Tourette. No todas las personas con síndrome de Tourette tienen otros trastornos además de los tics. Sin embargo, muchas personas experimentan problemas adicionales (comorbilidad) como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), en el cual la persona siente que algo tuviera que hacerse repetidamente; el trastorno de déficit de atención (TDAH), en el cual la persona tiene dificultades en concentrarse y se distrae fácilmente;[1] diversos trastornos del desarrollo del aprendizaje, los cuales incluyen dificultades de lectura, escritura, aritmética y problemas perceptuales; y trastornos del sueño, que incluyen despertarse frecuentemente o hablar dormido.
La amplia variedad de síntomas que pueden acompañar los tics puede causar más limitaciones que los tics mismos. Pacientes, familias y médicos necesitan determinar qué síntomas causan más limitaciones para poder elegir los medicamentos y las terapias más apropiadas.




DIFICULTADAS ESCOLARES VINCULADAS AL SINDROME DE TOURETTE

Los estudiantes afectados con Síndrome de Tourette necesitan un apoyo escolar específico. Para ello, tanto los padres como los profesionales de la educación (profesores, educadores, psicólogos, psicopedagogos, entre otros), tienen que estar debidamente informados sobre el modo en que los tics y otros síntomas del síndrome (ST) pueden afectar al rendimiento y comportamiento de un alumno.


Alternativas escolares para los estudiantes con síndrome de Tourette
Según la severidad de los tics y la actitud ante ellos de los profesores, alumnos y hasta de él mismo, pueden verse afectadas las relaciones sociales, emocionales y académicas.
El síndrome de Tourette puede afectar de muchas maneras al aprendizaje escolar, tanto de manera positiva (mayor creatividad) como negativa (mayor falta de atención).
Si los problemas de aprendizaje son leves, éstos pueden superarse mediante apoyos en clase o pequeñas adaptaciones, pero si estamos ante un caso grave de tics o de otros trastornos asociados a los tics, se pueden precisar programas e intervenciones curriculares especialmente adaptadas.
A partir de la adolescencia (donde se alcanzan los niveles más críticos) suelen disminuir los problemas de aprendizaje gracias a las ayudas proporcionadas y las adaptaciones logradas.
La incidencia de los trastornos asociados y de los propios tics sobre el rendimiento escolar
Los esfuerzos de los niños por controlar sus tics pueden hacer que sus capacidades de concentración y atención disminuyan notablemente. Los tics afectan a casi todas las áreas del aprendizaje como son: Cálculo, resolución de problemas, escritura, lectura, manipulación de utensilios, etc. El síndrome de Tourette puede estar asociado al TDA e hiperactividad; en muchos casos, este trastorno aparece antes que los tics. También puede estar asociado al trastorno obsesivo-compulsivo, que también influye mucho en la capacidad de concentración, debido a que genera estrés y ansiedad. Otro trastorno al que se asocia con el síndrome de Tourette es la depresión y, en general, a los trastornos de estado de ánimo, pues influye tanto en la concentración como en la autoestima, la motivación, la seguridad, etc.

El síndrome de Tourette y la inteligencia
La inteligencia no se ve afectada en esta entidad; la mayoría poseen una inteligencia media o por encima de la media. Pero los estudiantes con síndrome de Tourette pueden tener problemas de aprendizaje, especialmente por los trastornos atencionales y conductuales.
La intervención del profesorado y de los Equipos de Orientación Pedagógica (EOP)
Tanto los profesores como el EOP deben conocer y comprender bien el ST. Esto es necesario para que sepan minimizar la atención y la importancia a los tics del alumno, contribuyendo a la disminución de estrés del mismo, con lo cual los tics se pueden manifestar con menos intensidad y en menos ocasiones, además de evitarle mayores conflictos interpersonales. Esta actitud servirá a los compañeros de los niños para que hagan lo mismo y aprendan a tolerar estos síntomas. Con esto se favorece la integración del niño.
También el profesorado debe abarcar las necesidades emocionales, como son la empatía y la comprensión, para disminuir las emociones negativas y para prevenir peleas, burlas, aislamiento y rechazo, entre otras.




MEDIDAS PARA AYUDAR A LOS ESTUDIANTES CON SINDROME DE TOURETTE EN EL MEDIO ESCOLAR

  • Mantenimiento de las costumbres y la rutina escolar: esto ayuda al alumno a tranquilizarse y desempeñar situaciones espacio-temporales estructuradas, ordenadas y previsibles. Sentarse en el mismo sitio, tareas en el mismo orden, etc. Cualquier cambio, como excursiones, nuevos profesores, muda constante de grupo o de escuela, puede aumentar el estrés y el nerviosismo, por lo que incrementará la hiperactividad, los tics y la sintomatología en general. Pero es conveniente que la constancia y estructuración no se conviertan en aislamiento o rigidez, pues como con cualquier persona, es necesario que aparezcan nuevas experiencias en su vida que le permitan ampliar sus intereses y aprendizajes. Esto se hará con los apoyos que sean necesarios.
  • Se deben seguir pautas y hábitos para prevenir o mejorar las dificultades de atención y concentración. Para ello, es recomendable utilizar cuadernos distintos para cada asignatura, archivadores, hacer una lista de las tareas a realizar, entre otras medidas que le permitan llevar y mantener un mejor control de sus acividades. La utilización de ordenadores (computadoras) conlleva a mejorar su capacidad de atención y a mantener una mejor caligrafía.
  • Confiar al alumno/a con síndrome de Tourette a la realización de ciertas tareas que supongan una actividad motora o la posibilidad de salir del aula, como borrar la pizarra, recados a otro profesores, etc. Así se le da la oportunidad de liberar sus tics y de fomentar su responsabilidad.
  • Los alumnos pueden tener conductas raras o inapropiadas; es conveniente actuar sobre estas conductas solamente en la medida en que distorsionen o interfieran notoriamente el desarrollo normal de la clase, con las relaciones con sus compañeros o con su propio aprendizaje.
  • Hay que reforzar y estimular sus conductas y comportamientos adecuados. Necesitan ser elogiados y que se reconozcan sus esfuerzos, creatividad, espontaneidad, controlar sus impulsos, etc. En el caso en que se imponga algún castigo, habrá que explicarle al niño el motivo que lo originó y la conducta que tendría que haber tenido, siendo especialmente cuidadoso de no castigarlo a consecuencia de su padecimiento.
  • Integrar a los alumnos con ST, les ayuda con su autoestima y con las habilidades sociales.
  • Evitar etiquetarlo, como “vago”, “caprichoso”, “despistado”, etc.
  • Es importante la realización de ejercicio físico para eliminar el estrés y desarrollar habilidades psicomotrices. En esta área hay que tener cuidado con integrar bien al alumno en los juegos en equipo, ya que de no ser así, aumentarían el nerviosismo y los tics en el alumno. También habrá que adaptar las actividades para que pueda realizarlas sin tener problemas (efectos secundarios de algunos medicamentos, etc).
  • Es de suma importancia que no se le impida realizar ninguna actividad ni se le trate como incapaz ante acciones que puede realizar cualquier otro niño de su edad. Esto sólo conlleva a generar retrasos psicomotores o intelectuales que no son consecuencia del padecimiento en sí. En actividades donde se perciba un peligro potencial, únicamente deberá advertírsele de la importancia de tener precaución, así como alguien adulto mantenerse más cercano y atento en caso de requerir alguna ayuda.

miércoles, 24 de abril de 2013

DEFICIENCIA VISUAL



DEFICIENCIA VISUAL


La función visual consiste en la concepción de los sujetos para recoger, integrar y dar significados a los estímulos luminosos captados por su sentido de la vista, siendo el ojo el órgano receptor de esa energía física, transformada en energía nerviosa mediante el quiasma óptico, con el objetivo de enviarla al cerebro para procesar esa información, obtener significados y elaborar conceptos que permitan dar respuesta a futuras, no cabe duda de que cualquier alteración durante todo este proceso, como consecuencia dará por resultado la deficiencia visual.
Entre los aspectos más relacionados con la deficiencia visual se encuentran: la agudeza visual, el campo visual, el cromatismo visual, la sensibilidad al contraste, la acomodación, la adopción/regulación a la luz/oscuridad y la visión binocular:
AGUDEZA VISUAL: Va referida a la habilidad para discriminar objetos a distancia ( Barraga) determinada por el tamaño y la distancia de la imagen respecto de nuestra retina. Para su medición, son bastante conocidos los carteles de letras o signos con el objetivo de tomar mediciones en torno a 5 metros.
àEL CAMPO VISUAL hace alusión a todo el espacio que el ojo, estando en reposo, puede percibir cuando enfoca un objeto, pudiéndose distinguir entre campo visual central y periférico.
EL CROMATRISMO VISUAL: Posibilidad de diferenciar colores.
LA SENSIBILIDAD AL CONTRASTE: pone de manifiesto la discriminación entre figura y fondo.
LA ACOMODACIÓN: se refiere a la capacidad de enfoque por parte del cristalino.
LA ADAPTACIÓN/REGULACIÓN A LA LUZ-OSCURIDAD: Permite la visión tanto con luz como en penumbra, o incluso en la oscuridad.
LA VISIÓN BINOCULAR: facilita el obtener una misma imagen con los dos ojos, pero desde distintos ángulo, imprescindible par medir distancias y la visión tridimensional.


2: CLASIFICACIÓN DE LA DEFICIENCIA VISUAL:

En sentido clínico, ya que la deficiencia visual puede presentar diferentes grados de variablidad. Desde la ceguera hasta deficiencias visuales mínimas, para catalogar todo ese abanico de posibilidades, las diferentes naciones han tomado como normotipo, exclusivamene la agudeza y el campo visual, variando los criterios de evaluación de un país a otro; aunque en general, distinguen entre visión parcial, visión escasa, ceguera parcial y ceguera.
àVisión parcial: cuando la persona afectada muestra dificultades para percibir imágenes con uno o ambos ojos, siendo la iluminación y la distancia adecuadas, necesitando lentes u otros aparatos especiales para normalizar la visión.
àVisión escasa: Cuando el resto visual de la persona tan solo le permite ver objetos a escasos centímetros.
àCeguera parcial: cuando el resto visual tan solo permite captar la luz, aunque sin formas, solo bultos y algunos matices de colores.
àCeguera: la agudeza visual es útil cuando supera un tercio de la visión 1/3, de forma que el espacio comprendido entre 1/3 y 1/10 es lo que recibe la denominación de debilidad visual o ambliopía. Son ciegos quienes padecen ceguera o no perciben nada o apenas algo de luz; no obstante, sería conveniente distinguir entre ceguera de nacimiento y adquirida; pues el haber tenido oportunidad de percibir colores, tamaño, forma etc. Facilita enormemente la posibilidad de autonomía y aprendizaje, lo que propicia la conducta adaptativa, permitiendo la normalización. Cualquiera de las conductas que se describen a continuación, podrían desvelar una deficiencia visual:
  • Dificultad de localización de objetos a corta, media y larga distancia.
  • Dificultad de localización de objetos en movimiento.
  • Dificutad de desplazamiento.
  • Enrojecimiento de los ojos.
  • Mirada lateral.
  • Necesidad de acercamiento de los objetos que se manipulan.
  • Necesidad de mayor cantidad de luz.
  • Parpadeo y lagrimeo excesivo.
Las principales dificultades que suelen presentar los sujetos pacientes de baja visión, son: autoimagen alterada y deficiencias en el vínculo madre- hijo. Distorsión en la percepción de la realidad con integración pobre o confusa de la misma, infrautilización del resto visual que poseen, imposibilidad de evitar comportamientos, gestos y juegos, problemas en el control del mundo que les rodea, ritmo más lento de maduración y desarrollo, particularmente motor, trastornos en la atención e hiperactividad y necesiadad de una estimulación lo más precoz posible.



3. CAUSAS DE LA DEFICIENCIA VISUAL:
La deficiencia visual puede aparecer por diversos motivos, la más frecuentes, son las que afectan al globo ocular, destacando como más importantes:


HEREDITARIAS:
Acromatopsia: ceguera de colores.
Albinismo: carencia de pigmento.
Aniridia: ausencia o atrofia del iris.
Atrofia del nervio óptico (degeneración nerviosa).
Cataratas congénitas ( cristalino opaco).
Coloboma (deformaciones del ojo).
Glaucoma congénito ( lesiones por presión ocular).
Miopía degenerativa ( pérdida de agudeza visual).
Queratocono ( córnea en forma de cono).
Retinitis pigmentaria ( pérdida pigmentaria retinal).


CONGÉNITAS:
Anoftalmia ( carencia de glóbulo ocular).
Atrofia del nervio óptico ( degeneración nerviosa).
Cataratas congénitas ( cristalino opaco).
Microoftalmia ( escaso desarrollo del globo ocular).
Rubéola ( infección vírica-todo el ojo).
Toxoplasmosis ( infección vírica-retina /mácula).



ADQUIRIDAS ACCIDENTALES:
Avitaminosis ( insuficiencia de vitaminas).
Cataratas traumáticas ( cristalino opaco).
Deprendimiento de retina ( lesión retinal).
Diabetes ( dificultad para metabolizar la glucosa)
Extasis papilar ( estrangulamiento del nervio óptico).
Fibropaxia retrolental ( afecciones en retina-vitreo).
Glaucoma adulto ( lesiones por presión ocular).
Hidrocefalea ( acumulación del líquido en el cerebro).
Infecciones diversas de todo el sistema circulatorio.
Traumatismos en el lóbulo occipital.


VÍRICAS- TÓXICAS-TUMORALES:
Histoplasmósis ( infección por hongos heces).
Infecciones diversas del sistema circulatorio.
Meningitis ( infección meninges cerebrales).
Neuritis óptica ( infección del nervio óptico).
Rubéola ( infección vírica- todo el ojo).
Toxoplasmósis ( infección vírica-retina/macula).
Según la ONCE, se pueden reducir a ocho las posibles causas de la ceguera:
+ Anomalías heredadas o congénitas.
+ Daños en el nervio óptico. quiasma o centros corticales.
+ Disfunciones en la refracción de las imágenes.
+ Enfermedades infecciosas endocrinas e intoxicaciones.
+ Lesiones en el glóbulo ocular.
+ Parasitosis.
+ Trastornos de los órganos anexos al ojo.
+ Traumatismos.


  DIAGNÓSTICO DE LA DEFICIENCIA VISUAL:

Todo diagnóstico debe partir de la recogida de información adecuada, lo má completa posible, poder delimitar la situación real existente. Esta evaluación supondrá dentro del ámbito educativo la valoración específica del déficit visual particular, la valoración psicopedagógica del sujeto que la padece.
En cuanto a la valoración específica del déficit visual, son los especialistas quienes explotarán las principales variables que intervienen en el proceso de la visión, tales como:
a) Agudeza visual, medida en escalas de octotipos tanto para la distancia como para la visión próxima.
b) Campo visual, a través de la perimetría y la campimetría, colocándose y el experimentador y el paciente uno frente a otro a una distancia aproximada de un metro.
c) Cromatismo, mediante el método de Holmgren ( de las madejas de lanas de colores) o el de Dvorine ( disco cromático) por una parte con colores claros y por otros con colores oscuros) se puede evaluar la visión de los colores, cuya alteración podía manifestar dicromatoxias ( distinción de dos colores) o acromatoxias ( el daltonismo sería la parcial).
d) Fondo de ojos: deben practicarse por médicos especialistas.
Respecto a la valoración psicopedagógica es importante partir del conocimiento de sis las posibles deficiencias son heredadas, congénitas o adquiridas, y en este caso, en que momento del desarrollo, para ello, se pueden emplear métodos proximales, tales como: la observación, los cuestionarios, las entrevistas y los tests específicos. La metodología más utilizada en general será la observación. Las áreas de exploración recomendadas en la valoración psicopedagógica, son las siguientes:

a) Afectividad: especialmente en el área emocional y motivacional.
b) Actitud cognitiva verbal, particularmente el desarrollo intelectual general y factorial. La memoria, la atención y el desarrollo del lenguaje en sus vertientes comprensiva y expresiva.
c) Actitudes sociorelacionales, partiendo del ámbito familar, grupo de amigos y escolar, con especial atención al juego.
d) Comportamiento y conducta adaptativa, enfatizando los habitos de autonomía personal.
e) Personalidad, diferenciando sus rasgos distintivos: control emocional, introversión-extraversión, y neuroticismos-paranoidismo.
f) Psicomotricidad, analizando el conocimiento y dominio del esquema corporal, lateralidad, estructuración espacial y temporal.
g) Rendimiento académico, distinguiedo entre satisfactoriedad y suficiencia en todas las áreas educativas especialmente en las del lenguaje.
h) Sentidos, no solo la vista, sino además, deforma particular: oído, olfato y tacto.

Entre las pruebas estandarizadas:

- Escala del desarrollo del proyecto oregón ( Brown, Simons y Methvin) servicio de educación del condado de Jakson.
- Escala de desarrollo para niños pequeños deficientes visuales ( Reynell y Zinkin) MEPSA.
- Escala de madurez social para niños ciegos en edad escolar ( Maxfield- Buccholz), ONCE.
- Test de inteligencia para niños ciegos o con defectos en la visión
( Williams), ONCE.

- Test de actitudes para ciegos ( Newland) ONCE.

- Test de evaluación del esquema corporal en los niños ciegos (Cratty, Bryant y Sams), ONCE-ICE de la universidad de Zaragoza.
Además había que añadir aquellas pruebas de aplicación general o específica que pudieran aplicarse a los invidentes, bien sean orales, manipulativas, o escritas en Braille.


NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES DE LA DEFICIENCIA VISUAL Y SU TRATAMIENTO:

Es a partir del Real Decreto 384/85, cuando la integración escolar supuso un hito histórico jamás alcanzado, revalidado posteriormente por la LOGSE
( 1990), que en su capitulo V: “ de la Educación Especial “, en sus artículo 36-37 pone de relieve que el sistema educativo dispondrá de los recursos necesairios para que los alumnos con necesidades temporales o permanentes pudan desarrollarse con las mimas oportunidades que el resto del alumnado, ayudados por los especialistas adecuados, inspirados en los principios de normalización e integración escolar, lo que requiere que la pauta a seguir sea aquella que respete los principios de individualización, adecuación al desarrollo del perfil específico y de atención individualizada a la personalidad.

La OMS desde el punto de vista de la clasificación internacional, manifiesta que los efectos de la deficiencia visual puedan describirse según tres apartados distintos:

1) la deficiencia como anomalía de la estructura de la función visual.

2) La discapacidad como merma en las habilidades para realizar una actividad en la forma o grado que se considera normal para un ser humano, las minusvalías como las desventajas ante el desempeño de aquel rol que se considera normal para ese indivíduo en función de su edad, sexo y factores sociales y culturales. Habrá que diferenciar dos niveles de interacción, el puramente médico y es psicopedagógico.

El primero, mediante la ortoptica, siguiendo tres fases:

1) Determinando la capacidad visual y la patología de la deficiencia.
2) Prescribiendo los medios ópticos adecuados.
3) Rehabilitando lo que en cad caso proceda, con lo que se podrán corregir algunos hábios viciosos visuales, defectos de la visión binocular y la visión del ojo, bien a través de lentes u otros aparatos ( telescopios, telemicroscopios, lupas, lupa televisión, lupa ordenador, etc...) a base de ejercicios recuperadores, con la precaución de facilitar los medios más idóneos: útiles de escritura ( papel sin satinar, lápices de trazado grueso y mayor trazado de las letras), iluminación adecuada, materiales antirreflectantes, mobiliario adaptable, etc.
El segundo, mediante la adaptación adecuada del niño a la escuela, la atención/ estimulación precoz temprana, la atención a otras posibles deficiencias asociadas, adaptaciones curriculares específicas, enfatizando la áreas específicas de formación que más inciden en el proceso educativo y las estrateias facilitadoras de la intervernción docente, programas especiales, y los recursos personales, materiales y funcionales más convenientes en ada caso.


6.1. ADAPTACIÓN DEL NIÑO A LA ESCUELA:

Hay que destacar la importante misión de los padres para favorecer la adaptación del deficiente visual partiendo desde el mismo ambiente familiar y de su colaboración con los profesores.
La llegada del niño deficiente visual a la escuela y su posterior adaptación debe ser planificada a conciencia, de manera que, después de las siguientes pautas:
- Antes de iniciar la escolaridad es preciso informar al niño de que es el colegio, lo que allí va a hacer y cual será su entorno.
- Ya iniciada la escolaridad, habrá que esperar un tiempo y tener paciencia, apoyándole en todo momento, para que se vaya adaptando a su nueva situación, permitiéndo, si son muy pequeños, el apoyo de la madre.
- La colaboración de la familia con la escuela tiene que ser constante y decidida.
- La naturalidad en el trato, especialmente en el lenguaje, debe ser una norma de especial cumplimiento, así como la consideración de una entre iguales.
- Hay que enseñarle cuales son sus primeras referencias espaciales en su entorno próximo: aula, pupitre...
- La formación de hábitios de orden y autonomía personal debe ser un objetivo prioritario.
- Debe propiciarse la máxima participación de todos los canales perceptivos y la expresión de la creatividad.
- El currículo implícito del profesor debe servir de ejemplo a imitar por los demás niños.
- Las intervenciones y el lenguaje deben ser sumamente explícitos.
- La claridad en las exposiciones con buenas ejemplificaciones son una exigencia.
- Sólo hay que prestarle la ayuda necesaria.
- Son imprescindibles una adecuada comunicación y unas buenas relaciones sociales.
- Hay que dirigirse a él y tratarle como a cualquier otro niño de la clase.
- Impulsarle a que adopte papeles y ocupe lugares de líder como los demás.
- Las reglas disciplinarias deben ser iguales para todos.
- Conviene estimularlo a que se mueva por la clase y el centro para obtener materiales y la información necesaria.
- Facilitarle la información visual oportuna cuando sea preciso: gestos, muecas, actitudes, sucesos ...
- Permite el uso de material adaptado en clase.
- Es preciso acostumbrarse a llamarle por su nombre, así como nombrar todo lo que le rodea.
- No hay actividad en la que él no pueda participar, con la ayuda conveniente.


ATENCIÓN/ESTIMULACIÓN PRECOZ/TEMPRANA:

Podemos entender la atención/estimulación precoz/temprana a niños ciegos como el conjunto de experiencias que hay que proporcionarle para que se desarrollen al máximo sus potencialidades y que van dirigidas tanto al niño como a su familia, escuela y entorno.
Dado que el niño tiene o puede tener carencias experienciales importantes, la atención precoz tiene como objetivo general colaborar al mejor y mayor desarrollo global de la persona de ahí que se requiera para esta tarea l colaboración de todos, especialmente de los padres y profesionales.
La mejor atención temprana es la que comienza cuanto antes, con el diagnóstico adecuado y la planificación de las pautas de intervención a la medida de cada deficiencia y en este sentido, la Escala de Evaluación del comportamiento Neonatal de Brazelton resuta un excelente instrumento para observar el comportamiento del recién nacido, posibilitando además una observación